Un amistoso muy caldeado
Peñarol igualó ante Atlético Paranense sin goles,
pero finalizó con tres expulsiones (dos en cancha y una en el banco),
mientras que el local terminó jugando con un hombre menos.
Peñarol empató sin goles frente a Atlético Paranaense en Curitiba, pero
finalizó con tres jugadores expulsados: dos en cancha y uno desde el
banco, mientras que el equipo local terminó jugando con 10.
El partido frente al elenco de Curitiba iba a ser una prueba exigente para Peñarol. Diferente a las anteriores, porque iba a ser la primera vez que los dirigidos por Leonardo Ramos jugaban un partido de 90 minutos y con público en las tribunas, dado que los tres amistosos anteriores fueron de 70’ y a puertas cerradas.
Resulta difícil analizar un partido que no se vio por televisión (pese a que se había anunciado que iba a ser emitido) y que hubo que seguir por radio con relato en portugués y con algunas imágenes transmitidas por la cuenta de Twitter oficial de Peñarol.
El partido tuvo poco de amistoso y se jugó siempre con pierna muy fuerte. Prueba de ello es que los relatores brasileños decían que parecía más un partido de Copa Libertadores más que un simple encuentro de preparación. Hubo varias tarjetas amarillas y eso que los periodistas norteños decían que el juez no estuvo a la altura de los acontecimientos. Incluso el juego tuvo que detenerse en varias oportunidades para que los ánimos se calmaran.
En el primer tiempo no hubo demasiadas jugadas peligrosas, pero
Paranaense tuvo más la pelota. La primera llegada inquietante del equipo
de Ramos fue recién a los 40’ del juego. La más clara fue para el
local; una jugada en que se reclamó penal de Ronaldo, pero que el juez
cobró afuera del área y dio tiro libre.
Las cosas no cambiaron mucho en el complemento. Paranaense llegó más, pero se encontró con un seguro y atento Gastón Guruceaga. Los ánimos siguieron caldeados y le costaron tres expulsiones a los aurinegros.
Lo positivo que dejó la presentación es que Peñarol no perdió y mantuvo su arco en cero por primera vez en la pretemporada.
El partido frente al elenco de Curitiba iba a ser una prueba exigente para Peñarol. Diferente a las anteriores, porque iba a ser la primera vez que los dirigidos por Leonardo Ramos jugaban un partido de 90 minutos y con público en las tribunas, dado que los tres amistosos anteriores fueron de 70’ y a puertas cerradas.
Resulta difícil analizar un partido que no se vio por televisión (pese a que se había anunciado que iba a ser emitido) y que hubo que seguir por radio con relato en portugués y con algunas imágenes transmitidas por la cuenta de Twitter oficial de Peñarol.
El partido tuvo poco de amistoso y se jugó siempre con pierna muy fuerte. Prueba de ello es que los relatores brasileños decían que parecía más un partido de Copa Libertadores más que un simple encuentro de preparación. Hubo varias tarjetas amarillas y eso que los periodistas norteños decían que el juez no estuvo a la altura de los acontecimientos. Incluso el juego tuvo que detenerse en varias oportunidades para que los ánimos se calmaran.
Las cosas no cambiaron mucho en el complemento. Paranaense llegó más, pero se encontró con un seguro y atento Gastón Guruceaga. Los ánimos siguieron caldeados y le costaron tres expulsiones a los aurinegros.
Lo positivo que dejó la presentación es que Peñarol no perdió y mantuvo su arco en cero por primera vez en la pretemporada.
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